Sangría.



Un domingo nos encontramos a media tarde, nos fuimos a maleconear, estamos en pleno invierno, dar vueltas por el malecón no resulta tan buena idea, hace un frío tremendo, el clima está terrible sin sol y todo gris, perfecto para plasmar el estado anímico que nos desborda… a pesar del frío seguimos caminando, me cuentas tus penas, extrañas a tu ex novia, sientes que puedes morir de amor, te arrepientes de todas las estupideces que hiciste, quisieras regresar en el tiempo para no cagarla una y otra vez, miras hacia atrás evalúas todo, te sientes peor… no se que hacer para reconfortarte, te abrazo te digo todo va a estar bien, me da penita verte así de mal, conversamos de la soledad y de lo feo que es estar sola… el frió azota, regresamos al carro, con toda la melancolía de la vida nos miramos con cara de falta un trago aquí!.... decidimos ir a un grifo por una cajita de sangría (y 2 vasitos de plástico) para este momento el animo ya había cambiado, estábamos en complicidad, haciendo una travesura, regresamos del grifo y comenzamos a conversar de cosas más coloridas. La depre, la nostalgia y la melancolía se quedaron con el sunset misio y nublado, ya estábamos en plena noche oscura y neblinosa, tomando sangría en vaso de plástico con la pobre iluminación de un poste de luz, música en la radio y hablando de cosas mundanas… costumbres, manías, sexo, puntos débiles… y sin necesidad de preguntar me dice que si le tocan la espalda, ella se rinde! En ese momento, todo se detuvo, la música, la luz, la sangría y el tiempo… me fui de la conversación y solo pude pensar un cosa… un cosa que siempre me cuestioné… el dichoso “what if?”

Me fui un par de años atrás, a aquel fin de semana en SanBar, a pocos meses de habernos conocido, y es que nos caímos tan bien desde el primer día, que sin darnos cuenta empezamos a compartir muchas cosas, estuvimos muy al pendiente la una de la otra, de verdad que si, hacia tiempo que no sentía ese interés sincero, y en ambos sentidos, hasta ahora esto solo me había pasado con mi ex, y esta situación me llegó a confundir, porque me gustaba lo que teníamos, que era medio amorfo y sin nombre pero ella no, nunca me atrajo. Y se presento el fin de semana en SanBar, todas emparejadas menos nosotras dos, y tenia esta cosa loca en la cabeza o sea se sentía chévere y hablábamos todo el día siempre en contacto siempre en comunicación siempre al tanto pero nada mas, entonces dije bueno, me quitaré la duda y aprovechándome del exceso de alcohol, en un momento a solas (jaaa fuimos a su carro a buscar nuestra canción, sí en esta bizarra situación teníamos una canción) bueno aproveche el momento y agarramos… aparentemente eso no quedo ahí, lo malo es que hasta ahí no mas me acuerdo… porque el ya mencionado exceso de alcohol me hizo borrar cinta por completo, entonces en un momento estamos agarrando apoyadas en el carro… y luego abro los ojos, pero ya no estoy en el estacionamiento, sin slaps pisando las piedritas chiquitas… estoy acostada en la cama, con ella (nos tocaba compartir cama mencione que eran puras parejas menos nosotras verdad?) …. Abro los ojos, solo veo una cosa, su espalda delante mío, que me llamaba, me atraía, de una manera extraña…. Ese lindo tatuaje me pedía a gritos que lo devorara a besos.

Parpadeo la pobre luz del alumbrado publico inunda el carro, en mi mano el vasito de sangría, regresa música de la radio, escucho su voz, sigue hablando de su punto débil…. Y regreso del “what if?” bueno, ya se que pudo pasar.

A veces tenemos que hacer lo que queremos hacer (y morimos de ganas), sin pensar tanto en si es correcto o no… si es apropiado o no.. o que pensará eso ya lo resuelves después.




 
G.

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